El juez de la Cámara Federal de Casación Penal Alejandro Slokar ofreció una charla en el nuevo auditorio del Edificio La Patria de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR).

Frente a un recinto colmado de estudiantes y docentes del Instituto de Educación, el pasado 2 de septiembre el magistrado abordó el tema de la justicia y el derecho a la educación en la universidad. “Antes de pensar en el veto de la Ley de Financiamiento para las universidades, hay que pensar que esa ley es producto de que estudiantes, docentes y nodocentes ejercieron su derecho a la educación”, reflexionó el Rector Mg. Jaime Perczyk en el cierre del evento. 

Por su parte, el Vicerrector Mg. Walter Wallach presentó al invitado y destacó su acompañamiento permanente al crecimiento de la UNAHUR: “Slokar es nacido y criado en Hurlingham”, apuntó.

“Nada más oportuno que dar esta charla un día como hoy, cuando se acaba de sancionar una ley que lamentablemente no será”, introdujo el juez y docente de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de la Plata. A continuación, subrayó el papel de las universidades nacionales más jóvenes en la expansión de derechos. “Hace cincuenta años, nadie hubiera pensado que Hurlingham se convertiría en el polo educativo que es hoy”, aseguró.

En una segunda instancia de su exposición, Slokar se remontó a los inicios de la educación universitaria en la Argentina, cuando esta institución era apenas pensada para la formación de las élites dirigentes. “Hubo un quiebre con la Reforma de 1918 –observó–, pero lamentablemente todas esas conquistas se fueron perdiendo en la década de 1930”. Enseguida, no obstante, recordó un nuevo punto de inflexión en 1949, cuando, mediante un decreto del presidente Juan D. Perón, se determinó la gratuidad de la universidad pública. “En ese momento, comenzó a construirse otra relación con los sectores populares, en función de un proyecto nacional apoyado en la producción”, opinó.

Pese a los hitos que marcaron un rumbo más inclusivo, de acuerdo con Slokar, nunca terminó de desvanecerse un modelo excluyente de universidad que discrimina a los sectores populares y está al servicio de un proyecto de país orientado a la mera exportación de materias primas sin valor agregado. Slokar ubicó a la actual gestión de gobierno nacional en sintonía con ese modelo regresivo de exclusión social.

“Las nuevas universidades son peligrosas fuentes de conciencia ciudadana”, dijo. Y agregó: “Las élites las consideran un gasto inútil, porque somos una amenaza para el proyecto de exclusión que encarnan”. En este mismo sentido, destacó que el 90% de la matrícula de las nuevas universidades del conurbano es la primera generación familiar que accede a una casa de altos estudios.

Si bien Slokar insistió en valorar el derecho a la gratuidad de la formación universitaria, consideró que se trata de algo necesario, pero insuficiente. “Cuando hay que comprar libros, trasladarse dos o tres horas y, además, trabajar, la gratuidad no alcanza”, afirmó.

En el último tramo de su exposición, se refirió al desafío que el inminente veto de la Ley de Financiamiento Universitario implica para el poder judicial. “El veto tiene naturaleza excepcional, dado que avanza sobre las competencias del poder legislativo –analizó–. Debe ofrecer razones suficientemente fundadas y es susceptible del control judicial”. Para concluir, afirmó: “La educación universitaria es, en definitiva, derecho a la soberanía”.

Finalmente, se abrió un espacio para que la concurrencia le formulara preguntas al invitado.