Desde el momento en que la Universidad empezó a dar clases un grupo de personas comenzó a investigar. No fue azar, fue una decisión institucional: iniciar las tareas de docencia junto con actividades de investigación y extensión. De a poco, las líneas de investigación adquirieron mayor definición, mediante su vínculo con el territorio y la consolidación de un equipo de trabajo. En este sentido, el Rector de la Universidad Nacional de Hurlingham, Lic. Jaime Perczyk explica: «Creemos que es fundamental para una Universidad tener en marcha desde el inicio esta función de producción de conocimiento situado. Nosotros tenemos la obligación de producir conocimiento relevante en nuestra región, para nuestra provincia y para nuestro país».
Actualmente, la UNAHUR cuenta con veinte docentes investigadores/as con dedicación exclusiva, que trabajan todos los días en la Universidad en disciplinas muy variadas. Allí se destaca un grupo de investigadores/as jóvenes «sub-40» que asumieron el desafío de construir su carrera académica en la UNAHUR. Lo que tienen en común estos proyectos es que son de interés local, se desarrollan en su totalidad en la Universidad y, además, participan en ellos estudiantes que dan así sus primeros pasos en la carrera académica.
El salto cualitativo se dio en el año 2018, cuando se firmó un convenio con la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, para una convocatoria de Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT-O). Allí se presentaron 18 proyectos que fueron aceptados en primera instancia y que serán evaluados con estándares de calidad internacionales. El resultado de este proceso servirá como referencia a la Universidad y también habilitará a la conformación de proyectos de calidad.
Investigación con identidad propia
Desde el principio, la decisión institucional fue armar grupos de trabajo con líneas de investigación que sean de interés para la Universidad. Al respecto, el Secretario de Investigación, Dr. Juan Pedrosa explica: «La idea inicial fue no salir a comprar llave en mano grupos o líneas de investigación ya consolidadas en otras instituciones».
El primer grupo de investigadores tenía trayectoria en docencia, pero no tenía experiencia en investigación, incluso no tenían formación de posgrado. Para ello, fue necesario crear un equipo de acompañamiento metodológico y de seguimiento de esos proyectos.
Posteriormente, se priorizó la incorporación de jóvenes investigadores menores de 40 años que hayan hecho un trayecto académico de doctorado o posdoctorado en otras instituciones. La invitación incluyó la posibilidad de encauzar los temas u objetos de estudio desde la UNAHUR, «con vistas a completar una carrera académica durante más de 30 años», comentó Pedrosa.
Cabe destacar, que la incorporación de perfiles se realizó en un contexto adverso, en el que se recortaron los ingresos pautados a la carrera de investigador/a científico/a en CONICET y se atravesó una severa crisis presupuestaria del sistema científico nacional en general.
Además, las tareas de investigación abren la posibilidad de que estudiantes puedan incursionar en la carrera académica desde temprano. Para facilitar el acceso, el Consejo Superior aprobó un Reglamento de Becas de Estímulo a la Investigación. En poco tiempo, los graduados de la UNAHUR, podrán continuar una carrera académica. Actualmente más de 40 estudiantes se involucraron en proyectos. Sobre esta realidad, enfatiza Pedrosa: «Queremos transmitirles a nuestros estudiantes que la carrera académica es una de posibilidad de trabajo». Este proceso aún está en ciernes, «el primer ciclo se va a cerrar cuando estemos presentando una tesis de doctorado de un estudiante nuestro» destaca Pedrosa.
Educación y pobreza
La Dra. Julia Hermida investiga el desarrollo cognitivo infantil en contextos de vulnerabilidad social. A partir de su análisis plantea intervenciones educativas para mejorar los aprendizajes. Desde 2018 trabaja en un proyecto ubicado en dos jardines de infantes de Hurlingham, para aplicar un programa para la enseñanza de la programación informática. Su objetivo es implementar nociones de programación y de robótica desde edades tempranas.
«La experiencia de investigar en la UNAHUR es buena, acá estás más en contacto con el territorio, en mi caso como estudio poblaciones con vulnerabilidad social, estoy más cerca que haciéndolo en la Capital», destaca Hermida.
Julia Hermida es doctora en Psicología (UBA) y este año, logró ingresar al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Tecnologías y matemática en el aula
La Dra. Mariana Pérez mantiene dos líneas de investigación: la primera se orienta a resolver sistemas de ecuaciones polinomiales, utilizando la geometría y el álgebra. Por otra parte, analiza el impacto de las nuevas tecnologías en escuelas secundarias de Hurlingham en el área de matemática. Recientemente escribió un libro editado por la UNAHUR, titulado «Álgebra lineal» y será utilizado por docentes del Instituto de Tecnología e Ingeniería.
«Hacemos encuestas con los estudiantes y docentes para ver qué uso le dan a las computadoras y ver qué uso le dan en el área de matemática, por ejemplo geogebra. En una segunda etapa queremos trabajar con los docentes y armar un material, armar secuencias didácticas» explica Pérez.
Mariana Pérez es doctora en Matemática (UBA) y también es investigadora del CONICET. Su tema de investigación es el álgebra computacional.
Otras lenguas, otras culturas
El Dr. Santiago Durante investiga sobre la sintaxis y el discurso en comunidades originarias de América Latina. También analiza la vinculación de las lenguas con el territorio en los procesos de migración urbana. Su proyecto apunta a indagar la presencia de las lenguas americanas en la escuela secundaria en el distrito de Hurlingham.
«Los migrantes que llegan a Buenos Aires tienen que acallar su bagaje linguístico para integrarse a una sociedad que se les presenta opresiva. Nadie dudaría que es un valor hablar inglés pero puede considerarse que es un disvalor hablar guaraní. Hay una estigmatización allí, entonces el rol del investigador debe ser generar las condiciones para una sociedad más justa» afirma Durante.
Santiago Durante es doctor en Letras (UBA), y ha realizado un posdoctorado en etnolingüística. Su objeto de análisis es la gramática del ayoreo, una lengua hablada por comunidades de Paraguay y Bolivia.
Insumos para mejorar los alimentos y cuidar el medio ambiente
El Dr. Matías Garavaglia está a cargo del laboratorio de bioinsumos, un proyecto que empezará a funcionar próximamente en la UNAHUR. El laboratorio va a producir inoculantes biológicos para aportar a los productores de hortalizas de la región una alternativa sustentable, al uso de pesticidas o agroquímicos.
«El proyecto tiene tres impactos en el territorio: el primero es reducir los costos de los productores, el segundo es mejorar los rendimientos y abaratar los productos, el tercero es cuidar el medio ambiente», detalla Garavaglia.
Matías Garavaglia es doctor en Ciencias Biológicas (UNQUI) y está a cargo de la implementación del laboratorio de bioinsumos. Este espacio va a tener articulación con el INTA, la Biofábrica UNAHUR y con el laboratorio de microbiología del suelo dependiente de la Universidad Nacional de Quilmes.
Desde Villa Tesei al mundo
La primera referencia internacional de la Universidad Nacional de Hurlingham, en ediciones científicas, apareció en diciembre de 2018. La UNAHUR fue mencionada en una revista internacional, en el área de matemática. A partir de allí hubo numerosas menciones en otras publicaciones.
La conformación de un grupo de investigadores «sub-40» es una apuesta para la Universidad y para quienes decidan quedarse profundizando el conocimiento sobre sus objetos de estudio. A su vez serán los mentores de las nuevas generaciones de investigadores. Dentro de 15 años los proyectos serán liderados por egresados de la UNAHUR. La producción de conocimiento crece a paso firme y construye futuro.