Una Biofábrica es un laboratorio de clonación de plantas, pero… ¿Qué plantas se clonan? ¿Qué investigaciones y experimentos se llevan a cabo? Valeria Rudoy, licenciada en Ciencias Biológicas y Directora de la Biofábrica de la Universidad Nacional de Hurlingham, respondió algunas dudas sobre los trabajos que lleva adelante este particular laboratorio.

La clonación de plantas es una de las principales tareas que se realizan en la biofábrica. La misma divide en distintas etapas: 0. Se realiza la limpieza de la planta madre. 1. La introducción o iniciación in vitro. Aquí la a planta seleccionada y previamente preparada es introducida en “agar” (una gelatina que cuenta con la posibilidad de albergar a plantas otorgándole la humedad necesaria, al mismo se le agregan otros elementos para que la planta cuente con todos los nutrientes necesarios) dentro de un recipiente de vidrio. 2. Una vez que está establecida en su nuevo medio, clonarla y generar la cantidad necesaria. 3. Una vez lograda la cantidad deseada (pueden ser 30 o mil), empieza la etapa de enraizamiento, donde se forma la planta completa, con su raíz, tallo y hojas. Por último, la etapa 4. se denomina de aclimatación /rusticación. Aquí se saca a la planta de su condición in vitro y se deposita en una maceta para evaluar su crecimiento. Una vez pasados aproximadamente 60 días en esta condición y habiendo pasado las evaluaciones correspondientes, la planta puede ser llevada a un vivero o a campo según el tipo de cultivo que se esté trabajando.

El proceso de clonación implica reproducir una gran cantidad de plantas genéticamente idénticas a partir de una planta específicamente seleccionada por su tipo, genética o variedad. También es posible modificarla o transformarla. «Siempre hay que saber que se puede modificar y transformar; es decir hacer un transgénico. No hay que tenerle miedo a esa palabra» afirmó Rudoy y explicó que esa modificación puede introducir un gen que mejore la planta, que la haga resistente a una enfermedad o hasta a un herbicida. «Hay que saber controlar ese dosaje para que la planta sea resistente, asegurarse que van a morir las malezas y no la planta. Sobre todo de que no va a contaminar el ambiente” agregó.

Uno de los trabajos principales de la biofábrica es la multiplicación del yacón o Smallanthus sonchifolius —su nombre científico—, una planta andina con cualidades alimenticias sumamente importantes. En la actualidad, esa planta se estudia y multiplica con la finalidad de generar alimentos nutritivos para la comunidad.

Pantín de yacón en etapa de rusticación.

“Hemos tenido muy buenos resultados con la experiencia de micropropagación de yacón y ensayos dónde se mejora su rendimiento», contó la Rudoy sobre este trabajo y agregó «llevamos las primeras plantas obtenidas a una escuela técnica donde las están siguiendo, ya en maceta, para evaluar después su crecimiento y cómo se adaptaría este cultivo a diversas zonas”. Además de distribuirse por Buenos Aires, hay zonas de San Luis interesadas en esta investigación y se está buscando la mejor manera de hacer llegar plantines a Cuyo.

En el proceso es importante hacer énfasis en la combinación de nutrientes o fitohormonas, y que la misma puede generar un plantín mayor en tamaño. “En una observación que nos ocurrió con el yacón fué que el tamaño que tomó la planta que recibía más oxígeno fue impresionante», aportó la directora. A su vez, explicó que esto tiene tanto ventajas como desventajas. “La desventaja más notoria es que después aclimatar fue más difícil porque venía de ese sistema de inmersión con un alto porcentaje de humedad y empezaba a tener que ser gradual ese descenso de la misma, así la planta pudiera aclimatarse a un nuevo medio”. En este sentido, es posible concluir que una planta pequeña se va a acostumbrar más fácil que una planta más grande a acondicionarse las nuevas condiciones con un porcentaje menor de humedad.

En la Biofábrica también se desarrolla el cultivo de cannabis medicinal. Actualmente se lleva adelante un proyecto aprobado por el Ministerio de Salud para elaborar cremas antimicrobianas. El procedimiento con cannabis requiere micropropagar los cultivos, rusticarlos y llevarlos a la sala de aclimatación para poder ahí realizar un seguimiento de su comportamiento y evolución. “Estamos evaluando el comportamiento in-vitro de distintas variedades y tratando de hacer una identificación genética, marcando con patrones moleculares las distintas variedades y su conservación; o sea conservar el germoplasma en condición in-vitro”, explicó directora.

Estudiantes realizando trabajos en el laboratorio.

Desde el inicio de sus actividades, la Universidad financia proyectos de investigación (PIUNAHUR) en todas las áreas temáticas que se consideran estratégicas para el desarrollo local y nacional. En la Biofábrica se lleva un proyecto que investiga el cultivo del arroz, buscando la manera de mejorarlo tanto a nivel nutritivo como a nivel de crecimiento. Además se procesan arándanos, papas, batatas, orquídeas y muchas otras plantas. Rudoy aseguró que “hay una diversidad de cultivos para distintas líneas de enseñanza y posibles desarrollos después de proyectos”.

Además de lo que se desarrolla al interior de la Universidad, la Biofábrica es un servicio que se extiende y articula con instituciones, emprendedores, laboratorios, y organismos del Estado. Desde la UNAHUR, el Centro PYMES, se empiezan a armar pequeñas empresas ya que las iniciativas de propagación derivan en un sistema productivo. Del mismo modo, la reciente apertura de la Tecnicatura en Viverismo brindará mayores posibilidades e interacciones hacia el futuro de este laboratorio.

Sabiendo algunas de  las investigaciones que se realizan en este laboratorio, podes conocer el mismo en el siguiente video: