En el marco del XXI Congreso Internacional de Metalurgia y Materiales SAM-CONAMET, Nicolás Iriberri, egresado de Ingeniería Metalúrgica de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), recibió el premio Jorge Kittl al mejor trabajo en investigación básica en Ciencia de los Materiales.
En el prestigioso congreso, también expusieron las ingenieras Fiamma Gómez y Daniela Chiogna, egresadas de la UNAHUR, y Mercedes Durán, docente de nuestra universidad que lidera el grupo de investigación en Metalurgia. Todos los trabajos presentados por parte de los flamantes ingenieros metalúrgicos fueron desarrollados en sus tesis de grado.
“Fui directora de la tesis de grado de Iriberri –cuenta Durán–. Su trabajo retoma una de las líneas abiertas en mi tesis de maestría: el acero P92 de uso nuclear para intercambiadores de calor”. La investigación de uno de los cinco egresados de Ingeniería Metalúrgica de la UNAHUR, que resulta de interés para el funcionamiento de plantas nucleares, llevó el título de “Efecto de las condiciones de austenizado sobre la transformación a la ferrita en un acero grado p92”.
“El año pasado, en el XVIII Encuentro de Jóvenes Investigadores en Ciencia y Tecnología de Materiales, resultó premiado el trabajo de mi compañera de carrera Gómez”, recapitula Iriberri. Este año, en el Congreso de la SAM-CONAMET, se logró una amplia difusión de la tarea de investigación realizada en la UNAHUR y una nueva distinción para uno de sus egresados.
“El acero grado P92 se usa en la industria térmica para intercambiadores de calor. Me propuse investigar cómo se comporta este material en diferentes fases de temperatura para poder predecir, por ejemplo, qué pasa si se calienta muy rápido. Así, podemos conocer hasta qué temperaturas se puede calentar y a qué velocidad. El trabajo me llevó prácticamente un año”, explica el ingeniero premiado.
Iriberri comenzó a cursar la carrera a comienzos de 2019 y en 2023 defendió con éxito su tesis de grado. “En todo este proceso, encontré mucho compañerismo. Incluso, pandemia de por medio. Para mí, la UNAHUR es una segunda casa y le debo muchísimo”, dice. Una pasantía en el Laboratorio de Metalurgia de la universidad le señaló el camino para que en febrero del año pasado pudiera ingresar a trabajar en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
“En la UNAHUR, fomentamos la investigación y su transferencia a la industria”, afirma Durán. Por otro lado, celebra que la distinción recibida por Iriberri fuera en un congreso donde confluyen los equipos de investigación más importantes de la región: “Participar de estos eventos nos permite interactuar con otros grupos y ver dónde estamos parados”.